viernes, 29 de abril de 2011

Tiemblan las arcas inglesas

Mientras el ya matrimonio formado por el príncipe William y Kate Middleton comienza a preparar su luna de miel, el resto de la población mundial y en especial la población inglesa vuelve a sus vidas cotidianas después del gran día. La euforia experimentada durante la víspera y la unión va descendiendo cada vez más y los miles de turistas que se habían trasladado a la ciudad londinense para el enlace han regresado a casa.

Ahora viene lo duro, el cálculo de la desorbitada cantidad que ha supuesto la boda real a las respectivas familias, mayoritariamente por parte del novio. Puesto que ha sido la familia real inglesa la que ha financiado en mayor medida el enlace.


La cifra exacta no saldrá nunca a la luz, pero ya hay varios blogueros que especulan con el total gastado en el casamiento. Estas especulaciones rondan los 86 millones de dólares. Cantidad bastante elevada si tenemos en cuenta la situación económica en la que se encuentra el país y el resto del mundo.

Pero esto es la repetición de otra situación similar que se dio hace 30 años, con el enlace del príncipe Carlos y Diana, un evento espectacular que también hizo temblar las arcas inglesas. De ese acontecimiento tampoco se sabe la cifra exacta del gasto que supuso, pero si se llegó a publicar que solo el vestido que lució la novia costaba la friolera cantidad de 40.000 dólares.

Y aunque una boda puede ser sencilla y barata, la realeza inglesa incluso la realeza en general nunca se ha caracterizado por ser austera, si no por todo lo contrario.

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