A partir de 1936, el Reino de Siam adoptó el actual nombre de Tailandia, Prathet Thai, que significa “país de los hombres libres”. Constituyendo uno de los principales mercados del Sureste Asiático, cuenta con una población de 67,7 millones de habitantes que se asientan en una superficie de 513.120 kilómetros cuadrados, ocupando la porción central de la península de Indochina, limitando con Malasia, Camboya, Myanmar y con los océanos Pacífico e Índico. Además destacaremos que su renta per cápita llegó a alcanza los 2.566,55 dólares en el año 2009.
En la actualidad, Tailandia cuenta con abundantes recursos naturales, es el segundo productor mundial de tungsteno y el tercer productor mundial de estaño. Las actividades agrícolas tienen gran importancia en la economía nacional, puesto que la proporción de tierras cultivables es bastante elevada, aunque su destino final sea en su mayoría el establecimiento de bosques para el consumo de madera, aunque sus principales cultivos son: el arroz, azúcar, maíz, latón, caucho y yuca. Sin embargo, sólo va a alcanzar una posición destacada en la economía mundial cuando impulsa su industria manufacturera, la que se ha diversificado e incrementado en forma sostenida.
El sector industrial tailandés ha registrado grandes avances, especialmente en el ámbito electrónico, llagando a alcanzar además una destacada participación en la industria de juguetes, yeso, plásticos, joyas, textiles y confección.
La evolución de la población en Tailandia durante la segunda mitad del siglo XX, ha experimentado un crecimiento sostenido, aunque con altas tasas de crecimiento entre 1960 y 1985 (superiores al 2,5%) y un crecimiento más moderado en las últimas décadas. En las primeras décadas analizadas, donde la población crecía por encima del 3%, su distribución mostraba un reparto muy desigual entre población rural y urbana: mientras que crecía el porcentaje de población urbana, descendía la tasa de crecimiento en su conjunto. También es digno de nombrar que hasta 1970, la población concentrada en las grandes ciudades aumentó a partir de este año y hasta 2009, dicha población se ha ido reduciendo paulatinamente. Frente a este dato es posible concluir que, durante los últimos cuarenta años, los núcleos urbanos han visto aumentar su población a costa de las principales ciudades. Se aprecia un ligero descenso de este crecimiento a finales de los noventa, como reflejo una vez más de los efectos provocados por la crisis asiática de 1996-97.
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