El presidente Hosni Mubarak tras 30 años en el poder anuncia la destitución del gobierno, pero se aferra al poder creando un estado de caos en el país, mientras reemplaza a su gabinete en un esfuerzo por apaciguar a la población egipcia que se manifestaba para conseguir el fin de su mandado como líder egipcio.
Tras varios días inmerso en un agravado caos social, la población Egipcia prosigue su camino, la revolución no termina de derrotar al líder Hosni Mubarak y días tras día las calles de El Cairo se llenan de multitudinarias manifestaciones sociales durante el día y saqueos y revueltas por la noche. Fuera de la capital las protestas comienzan a surgir en las calles de Alejandría, Túnez, Suez y Jordania. La revuelta en el país norteafricano, ha dejado decenas de muertos y más de un millar de heridos y ha hecho tambalear al régimen de Mubarak.
Mubarak por su parte sigue en el poder intentando lidiar el caos social en el que se encuentra el país, pero cada día las manifestaciones y revueltas se hacen más evidentes y organizadas. En las calles de El Cairo la oposición egipcia ha convocado una huelga general para luchar contra la continuación en la presidencia de Mubarak. La oposición ha llamado a esta gran protesta "la marcha del millón de personas", qué comenzará mañana en la plaza de Tahrir y sin una duración determinada, sino hasta que se consigan los fines propuestos.
La gran conclusión es que para la población egipcia va a ser complicado la obtención del abandono del presidente tras el discurso que emitió anoche, donde anunció que no va a renunciar a su puesto.