Inmersos en un mundo cuasi globalizado, al estudiar los procesos de crisis que han marcado el porvenir de multitud de naciones, como es el caso de Argentina, vemos como una vez más son las grandes multinacionales, los grandes capitales, los importantes organismos internacionales político-económicos y los fuertes inversores los que marcan la trayectoria de las naciones que luchan por converger en desarrollo con los llamados “países desarrollados”.
Frente a este proceso mundial, y después de estudiar a fondo los diferentes caminos por los que tienen oportunidad de pasar los países ávidos de desarrollo, creemos que la ayuda de los organismos internacionales, en ocasiones imprescindibles, debe venir de forma que promueva la autodeterminación y el crecimiento sostenible de cada nación.
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