Cada año mueren a manos de sus parejas decenas de mujeres. Estamos finalizando 2010 y la cifra es mayor a la que hubo en 2009, alrededor de unas 60 mujeres asesinadas. Datos cuanto menos escalofriantes.
Hoy, día 9 de noviembre la violencia de género se ha cobrado su última víctima mortal, tenía 50 años, era originaria de Kenia y nunca hizo nada para merecérselo. Esto ha de terminar, no es lógico ni coherente, una sociedad moderna como la nuestra no puede evolucionar con problemas sociales tan importantes como este, es digno de una manada de animales salvajes no de personas civilizadas y cuerdas.
En un futuro no muy lejano, visto que en el presente es difícil, el número de muertes por violencia de género debería de ser nulo, de hecho no hay ninguna razón lógica que quepa en alguna de nuestras cabezas para que exista la violencia de un hombre hacia una mujer, haga lo que haga o diga lo que diga.
La existencia de la violencia de género es una vergüenza para toda persona coherente de este mundo.
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